miércoles, 29 de octubre de 2014

EFECTO PIGMALIÓN

Está demostrado que la confianza que los demás tengan sobre nosotros, puede darnos la fuerza para poder alcanzar los objetivos más difíciles. Ésta es la base del Efecto Pigmalión, que la psicología encuadra como un principio de actuación a partir de las expectativas ajenas.


El Efecto Pigmalión es uno de los sucesos que, tanto en el ámbito laboral como en el escolar, social y familiar, pueden ser más productivos o contraproducentes. Esto supone, por tanto, algo importante de conocer y estudiar para los profesionales de cualquier ámbito.

Este efecto tiene dos vertientes:

Efecto Pigmalión Positivo: se refiere a aquel que produce un efecto positivo en el sujeto, de forma que afianza el aspecto sobre el cual se produce el mismo, provocando un aumento de la autoestima del sujeto y del aspecto en concreto.
Efecto Pigmalión Negativo: es el que produce como resultado, la disminución de la autoestima del sujeto y del aspecto sobre el que se actúa.

“El Efecto Pigmalión” requiere de tres aspectos: creer firmemente en un hecho, tener la expectativa de que se va a cumplir y acompañar con mensajes que animen su consecución.
El Efecto Pigmalión puntualiza que somos capaces de llevar a cabo cualquier tarea que nos propongamos, siempre y cuando estemos convencidos absolutamente de que podemos lograrlo, gracias a nuestras capacidades y aptitudes.

En definitiva, todos los días respondemos a lo que las personas que nos rodean, esperan de nosotros para lo bueno y para lo malo. El Efecto Pigmalión se cumple.





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